La primera experiencia profesional precisa un tiempo de adaptación, donde es importante el acompañamiento y el apoyo desde la institución para facilitar este proceso. Si esta tutorización se realiza de forma correcta, el recién diplomado vivirá dicha experiencia de forma más positiva y, por lo tanto, la inserción laboral resultará más satisfactoria tanto para el profesional novel como para todo el equipo asistencial.