Yury Evgeny Razvodovsky
Antecedentes: Las pronunciadas fluctuaciones en la mortalidad cardiovascular en los antiguos países de la Unión Soviética durante las últimas décadas han despertado enorme interés. Los indicios sugieren cada vez más que el modelo de �binge drinking� (ingesta compulsiva de alcohol) constituye un contribuidor potencialmente importante en el aumento de la tasa de mortalidad cardiovascular en las antiguas Repúblicas Soviéticas. Si aceptamos que un consumo excesivo (�heavy drinking�) ocasional de bebidas de alta graduación aumenta el riesgo de mortalidad cardiovascular, entonces los países donde este modelo constituye el modelo predominante deberían mostrar asociaciones positivas entre el consumo de licores y la mortalidad cardiovascular a nivel agregado. Propósito: Estimar el efecto específico a nivel agregado de la venta de alcohol en la tasa de mortalidad por infarto de miocardio en culturas de la bebida que combinan un alto nivel per cápita de consumo de licores con modelos de beber explosivos. Método: se analizaron mediante análisis de series temporales ARIMA las tendencias en la venta específica de alcohol per cápita y los índices de mortalidad por infarto de miocardio desde 1970 hasta 2005 en Bielorrusia. Resultados: Los resultados del análisis de las series temporales sugieren relaciones positivas entre las ventas de licores fuertes (vodka) per cápita y la tasa de mortalidad por infarto de miocardio. El análisis sugiere que el aumento de 1 litro en la venta de vodka per cápita resulta en un aumento de la tasa de mortalidad por infarto de miocardio del 7,2% (8,2% de aumento en la mortalidad masculina y 6,8% en la femenina). Conclusiones: Los resultados del presente estudio sugieren una relación positiva entre las ventas de vodka y la tasa de mortalidad por infarto de miocardio a nivel agregado y apoyan la idea de que el �binge drinking� de licores fuertes constituye un factor de riesgo del infarto de miocardio a nivel individual. De esta manera, desde un punto de políticas públicas, el resultado de este estudio sugiere que los programas de prevención de la mortalidad relacionada con problemas cardiovasculares deberían estar más enfocados a tratar la estructura del consumo de alcohol.