S. M. Friedman, M.L. Portela, P.N. Rodríguez, María Pilar Almajano Pablos, Maria Montserrat Riba Sicart
Fundamento: El objetivo fue comparar los hábitos alimentarios de estudiantes universitarios, de ambos sexos, argentinos y catalanes, que tendrán influencia, a largo plazo, en la calidad de vida.
Métodos: Se realizó una encuesta sobre la frecuencia de consumo semanal de alimentos, en 879 estudiantes universitarios (mujeres -M-, 609 Y varones -V-, 270), de la Facultad de Odontología (Universidad de Buenos Aires, UBA) (n= 135; M= 102, V=33), de la Escuela Superior de Agricultura (Universidad Politécnica de Cataluña, UPC) (n=249; M= 125, V= 124) y de la Facultad de Veterinaria (Universidad Autónoma de Barcelona, UAB) (n=495; M=382, V= 113).
Resultados: El consumo total de lácteos, feculentos, aceites y grasas no fue significativa mente diferente entre ellos (P=0,05). Pero los estudiantes argentinos, tanto V como M se diferenciaron significativa mente en el consumo de algunos alimentos. Así, consumieron más aceite de semillas, mermelada, té, golosinas y galletas (P<0,01) y menos aceite de oliva, pan, fruta, agua embotellada (P<0,01), embutidos (P<0,07) y bebidas alcohólicas (P<0,02). V más leche desnatada (P<0,02) y M carne de ternera, aves, mantequilla, pan integral, ensalada, verdura cocida y refrescos (P<0,01). V consumió menos pescado y ensalada (P<0,01); mientras que M, menos yogur entero (P<0,02).
Conclusiones: Las marcadas diferencias en el patrón de consumo, como el exceso de carbohidratos y de grasa saturada, advierten la necesidad de promover cambios en los hábitos alimentarios perjudiciales de los jóvenes, que podrían conllevar a la obesidad y enfermedad cardiovascular en la edad adulta.