La presencia de clínica abdominal y eosinofilia debe hacernos sospechar una infección por parásitos. El diagnóstico se realiza a través del examen de heces, analizando 3 muestras distintas. Presentamos el caso de una mujer de 82 años, independiente para las actividades instrumentales y avanzadas, sin factores de riesgo conocidos para estrongiloidosis, que ingresó en nuestro servicio con un cuadro de diarrea y molestias abdominales. En las pruebas complementarias destacaba una eosinofilia del 38%. En el examen de las heces se observaron larvas compatibles con Strongyloides stercoralis. En su historia clínica encontramos varios episodios previos con clínica similar y presencia de eosinofilia fluctuante que comenzaron 8 años antes. Fue tratada con albendazol con resolución de la clínica y desaparición de la eosinofilia.