Ignacio Jáuregui Lobera, Juan Romero Candau, María Teresa Montaña González, María Teresa Morales Millán, Nuria Vargas Sánchez, Pilar León Lozano
Fundamento y objetivo los estudios en muestras comunitarias son los más usados para detectar alteraciones alimentarias. En este estudio se ha analizado la presencia de dichas alteraciones en una muestra de adolescentes de Sevilla.
Población y método se aplicaron 2 cuestionarios, reconocidos internacionalmente en este tipo de análisis (EAT-40 y SCOFF), a 318 estudiantes, varones y mujeres, de 12 a 18 años. Se analizó la prevalencia de alteraciones, según el punto de corte de las pruebas, así como las diferencias por sexos, la evolución según la edad y la correlación entre ambos instrumentos.
Resultados se encontró un 22,8% de estudiantes con puntuaciones significativas en el SCOFF y un 9,43% en el EAT-40. Por sexos, las diferencias resultaron significativas (un 6,66 y un 2,66% en el SCOFF y EAT-40 para los varones, y un 29,66 y un 15,47% para las mujeres). Hubo una correlación positiva entre las puntuaciones del SCOFF y la edad, y se observó un pico en los varones a los 12 años, única edad en que superan a las mujeres en el porcentaje de casos positivos con ambas pruebas.
Conclusiones en relación con estudios similares recientes, se encontró una prevalencia similar de alteraciones alimentarias y superior a lo comunicado en trabajos de las décadas de 1980 y 1990. Ello parece indicar que hay una mayor presencia de conductas de riesgo, lo que resulta más evidente en las chicas. La concordancia entre ambos instrumentos es adecuada y los 2 son útiles para el cribado de posibles trastornos alimentarios, lo que debe confirmarse.