Para realizar los recuentos hematológicos, nuestro centro dispone de tubos de cristal con EDTA 3K, preparados para extracción al vacío. No obstante, diversas consideraciones nos hacen pensar en la posibilidad de cambiarlos por otros, también preparados para extracciones por sistema de vacío, pero fabricados en polipropileno (plástico) y con EDTA 2K como anticoagulante. El objetivo de este estudio es comprobar si el cambio en el sistema de tubos empleado puede hacer resentir la calidad en el servicio prestado. Para ello se seleccionó un total de 101 pacientes tomados al azar que fueron divididos en dos grupos. A los pacientes del primero (grupo 1, n = 57) se les extrajeron 2 tubos para recuento sanguíneo, uno de cristal con EDTA 3K y otro de polipropileno con EDTA 2K, siendo estas muestras procesadas en el transcurso de las 2 horas siguientes a la extracción y también a las 24 y a las 48 horas de la misma, conservándolas a 4 °C. En el segundo grupo (grupo 2, n = 44), se realizó idéntico procedimiento, aunque las muestras se conservaron a temperatura ambiente. Se analizaron estadísticamente los resultados del hemograma y las alarmas morfológicas leucocitarias, junto con los tests intra e interensayo. Así mismo, se realizó una investigación cualitativa con los profesionales que colaboraron en la extracción de las muestras. Concluimos que el tubo de plástico para hemograma con EDTA 2K como anticoagulante ofrece resultados fiables, aunque se han detectado ciertos problemas en la manipulación de las muestras que merecen ser estudiados más profundamente.