Objetivo. Describir la utilización de la vía subcutánea para el control de síntomas en pacientes que se encuentran en fase de tratamiento paliativo de su enfermedad. Diseño. Estudio observacional. Emplazamiento. Atención primaria. Pacientes. Pacientes atendidos en un centro de salud, en fase de tratamiento paliativo de su enfermedad, que precisaron para el control de síntomas la administración de fármacos por vía subcutánea, n = 21. Resultados. La mayoría de pacientes estaban diagnosticados de cáncer en fase terminal (19); el motivo fundamental (17 casos) que justificó la utilización de la vía subcutánea fue la dificultad para la toma de medicación vía oral en los últimos días de vida, en la agonía. La infusión continua mediante infusor tipo Travenol, a un ritmo de infusión de 2 ml/h, fue la forma más común de administración de los fármacos (19 pacientes). Los fármacos y dosis media inicial más utilizados fueron: cloruro mórfico, 19 pacientes, dosis 100 mg/24 h; butilbromuro de hioscina (Buscapina®), 13 pacientes, 60 mg/24 h, y haloperidol, 12 pacientes, 4 mg/24 h. El fallecimiento del paciente fue el motivo principal que justificó la retirada de la infusión continua (17 enfermos) ocurriendo éste en el propio domicilio. En la mayoría de pacientes (14) el grado de control de síntomas conseguido fue bueno o muy bueno. Conclusiones. La experiencia de utilización de la vía subcutánea para el control de síntomas en nuestro centro de salud es positiva, siendo el motivo fundamental para su utilización el control de síntomas en los últimos días de vida de los pacientes. La infusión continua subcutánea debería utilizarse en atención primaria como técnica habitual para el control de síntomas en pacientes en fase de tratamiento paliativo de su enfermedad.