Los músicos, como cualquier otro gremio profesional, son victimas de enfermedades profesionales, aunque muchos de nosotros nunca o casi nunca relacionemos música con trabajo.
Independientemente del instrumento que se toque, dicha ocupación impone una postura fija y una serie de movimientos monótonos y repetidos, los cuales dan lugar a diferentes lesiones y a la adopción de posturas incorrectas que, mantenidas durante largo tiempo, pueden afectar a la columna vertebral, produciendo incluso deformaciones permanentes de ésta.
Estudios realizados sobre músicos instrumentistas indican que casi la mitad sufre problemas médicos relacionados con su actividad, algunos de estos problemas amenazan o hacen finalizar sus carreras.
La mayoría de estas afecciones se podrían evitar si, a los estudiantes de música, se les inculcara del inicio de su aprendizaje una serie de normas posturales y ergonómicas.
Musicians, like any other professional guild, are victims of occupational diseases, although many of us never or almost never connect music with work.
Regardless of the instrument that is played, this occupation imposes a fixed posture and a series of monotonous and repeated movements, which give rise to different injuries and the adoption of incorrect postures that, maintained for a long time, can affect the spine, producing even permanent deformations of this one.
Studies conducted on instrumentalist musicians indicate that almost half suffer medical problems related to their activity, some of these problems threaten or end their careers.
Most of these conditions could be avoided if, to the students of music, a series of postural and ergonomic norms were inculcated from the beginning of their learning.