E. Simó Cruzet
Objetivo.Conocer la intervención del médico de familia (MF) en el diagnóstico de la patología tumoral. Diseño.Estudio descriptivo retrospectivo. Emplazamiento.Centro de atención primaria urbano. Pacientes.Pacientes mayores de 14 años diagnosticados de cáncer. Mediciones.Selección de pacientes a partir de registro informatizado desde noviembre de 1989 hasta marzo de 1997. Revisión de historias clínicas analizando: a) datos de filiación; b) tipo de cáncer; c) intervención del MF en el diagnóstico; d) síntoma de consulta inicial; e) pruebas complementarias solicitadas por el MF; f) intervalo consulta-diagnóstico; g) supervivencia, y h) intervalo diagnóstico-éxitus. La intervención del MF en el diagnóstico se valoró: a) intervención imposible; b) intervención nula (con signos de sospecha no valorados (SSNV) o con signos de sospecha valorados (SSV)), y c) intervención diagnóstica (incompleta (IIn) o completa (ICo)). Resultados.Se detectaron 438 tumores: en 256 varones (59%) y en 171 mujeres (41%). El tipo más frecuente en el varón fue el cáncer de pulmón (46 casos, 17%) y el de mama en la mujer (59 casos, 34%). En 233 casos (53%) la intervención del MF fue imposible. En 29 casos (6,5%) su intervención fue nula (15 casos con SSNV, 14 con SSV). De los 174 casos (39,6%) en los que intervino, llegó al diagnóstico completo en un 40% de los mismos (69 casos). La media del intervalo entre la primera consulta y el diagnóstico fue significativamente inferior cuando existió intervención del MF, siendo 1,95 meses (IC, 0,63-1,06) en ICo y 2,9 meses (IC, 0,51-2,19) en IIn, que cuando la intervención era nula, siendo 5,58 meses (IC, l,46-3,53) con SSNV y 10,5 meses (IC, 8,45-12,54) con SSV (p = 0,000). Conclusiones.Importante papel del MF en el diagnóstico del cáncer disminuyendo su intervención activa el intervalo consulta-diagnóstico.