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El trabajo hace una reflexión sobre los retos y posibilidades para el desarrollo de labores de investigación por enfermeras(os) docentes de universidades españolas. Para eso, utilizamos el ejemplo de las iniciativas implementadas en la Universitat de les Illes Balears y contrastamos esta realidad con la de Canadá y otros países, donde el proceso de asentamiento de la investigación en enfermería en el ámbito universitario ha sufrido un desarrollo positivo a lo largo de las últimas décadas. Para situar nuestra orientación teórica, analizamos inicialmente la gestión de la investigación como una forma de política de producción del conocimiento y apuntamos a las relaciones de poder que son intrínsecas al proceso de hacer investigación. Basados en estos distintos contextos, sugerimos que los departamentos y escuelas universitarias de enfermería deben elaborar una serie de estrategias para gestionar la investigación. De entre ellas, planteamos que la investigación debe ser gestionada en una dirección concreta que nos haga conscientes de cuáles son los temas clave a investigar, con qué recursos y para obtener qué resultados. Proponemos que existe una necesidad de una cultura de investigación para permitir que las(os) enfermeras(os) actúen como docentes de pleno derecho en lo que respecta a la participación en los diferentes planes en la carrera de investigación. Esto puede ser hecho a través de soporte institucional a los esfuerzos investigadores en crear y desarrollar proyectos, a través de un equilibrio entre la docencia y la investigación para el profesorado, facilitando la difusión de los resultados y estimulando la colaboración en la investigación con el entorno clínico. Este análisis sugiere que son muchos los esfuerzos necesarios para consolidar la investigación en enfermería en las universidades españolas, pero la ubicación de las escuelas y departamentos en la estructura universitaria genera una especial responsabilidad para estas instituciones. Desde nuestro punto de vista, este proceso debe ser presidido por una reflexión crítica sobre a quiénes beneficia el conocimiento producido por enfermería. Sin ello, no lograremos un avance que promocione la calidad de vida de la población y que haga de la investigación enfermera sinónimo de competencia y equidad.
