Objetivo: El progresivo envejecimiento de la población ha comportado el incremento de los ingresos hospitalarios de personas mayores de 64 años. En el presente trabajo se analiza el impacto de este fenómeno comparando la casuística de los pacientes mayores y menores de 65 años. Métodos: Se realizó un análisis de la casuística de los pacientes ingresados en el ámbito de dos hospitales de agudos de la ciudad de Barcelona a través del conjunto mínimo básico de datos del alta hospitalaria del año 1997, agrupado según los grupos relacionados con el diagnóstico (GRD). Se compararon características asociadas a la severidad y complejidad de la patología (presión de urgencias, peso medio, índice de comorbilidad de Charlson, estancia media ajustada por casuística, porcentaje de pacientes con estancia media extrema, tasa de reingresos y tasa de mortalidad) en el grupo de pacientes ingresados de 0 a 64 años con el de 65 o más años. También se realizó un análisis específico para tres subgrupos de edad: de 65 a 74 años, de 75 a 84 y más de 84 años. Resultados: El grupo de pacientes de 65 o más años, en comparación con los pacientes de 0 a 64 años, presentó un peso medio superior (1,16 vs 0,96), un porcentaje superior de ingresos procedentes de urgencias (49,2% vs 44,4%), más comorbilidad (índice de Charlson de 0,98 vs 0,66), una estancia media ajustada por GRD superior (9,4 vs 8,1), un mayor porcentaje de estancias extremas (4,7% vs 3,2%), un mayor porcentaje de reingresos (8,6% vs 7,5%) y una mortalidad superior (6,3% vs 1,6%). Todas las diferencias fueron estadísticamente significativas entre ambos grupos. El análisis de los tres subgrupos de 65 o más años mostró que la presión de urgencias, el consumo de estancias hospitalarias y la mortalidad estaban significativamente relacionadas con el sobreenvejecimiento, mientras que la complejidad y la comorbilidad eran estables para todos los subgrupos. Conclusiones: La casuística de los pacientes mayores de 65 años presenta unas características asociadas a mayor complejidad, severidad y comorbilidades que suponen una mayor necesidad de días de estancia con relación a pacientes de menor edad. Los hospitales y el conjunto de los sistemas de salud deberían diseñar estrategias específicas para afrontar el rápido y progresivo incremento del envejecimiento de los pacientes ingresados, en la medida que suponen un cambio relevante de la casuística y por tanto del perfil de atención necesaria.