Introducción. En 1997 se realizó un estudio sobre adherencia al tratamiento antibiótico infantil en 6 centros de salud, hallándose que era muy baja. Se decidió realizar en dos de los centros (adherencia 21%) una intervención educativa basada en el Modelo de Creencias en Salud con el objetivo de valorar si con ello mejoraba la adherencia.
Material y métodos. La población estaba constituida por los responsables de niños de 0 a 10 años con un proceso agudo que recibían tratamiento antibiótico por vía oral. El instrumento de medida fue el test de Morisky-Green mediante encuesta telefónica. El estudio fue prospectivo y se estudiaron variables sociodemográficas, el motivo, tipo y duración del tratamiento antibiótico y la adherencia.
Resultados. La adherencia global varió de un 21,1% antes, a un 42,6% después de la intervención (p = 0,009). En el análisis multivariable resultaron estadísticamente significativas la intervención (OR, 3,17; IC 95%, 1,53-6,26) y el centro (OR, 3,18; IC 95%, 1,55-6,50), no existiendo interacción entre ellas.
Conclusiones. A pesar de que incluso las intervenciones más efectivas no conllevan mejoras sustanciales en la adherencia y los resultados de los tratamientos, la utilización de un modelo de intervención capaz de provocar un cambio de conducta ha confirmado su eficacia en este caso.