Objetivo. Conocer la relación de frecuentación a las consultas de pediatría con utilización materna de las consultas de medicina familiar, percepción materna de la salud de su hijo, episodios estresantes ocurridos con anterioridad en la familia, morbilidad infantil y condición socioeconómica.
Diseño. Estudio observacional, prospectivo, de 12 meses de duración.
Emplazamiento. Atención primaria.
Pacientes. Doscientos sesenta y un niños de 0-12 años seleccionados por muestreo aleatorio sistemático. Se requirió que la madre tuviera historia en el centro.
Mediciones y resultados. La variable dependiente fue frecuentación de las consultas de pediatría, e independientes fueron frecuentación de la madre de las consultas médicas; percepción de la salud de su hijo, medido por cuestionario de salud; inventario de episodios anteriores según cuestionario de Holmes y Rahe; variables sociodemográficas y morbilidad infantil registradas en los archivos médicos. La media de frecuentación infantil resultó ser 10,18 consultas-año (DE, 7,9). Un 12% de los niños era hiperutilizador y consumió el 42% de todas las consultas. Las variables asociadas a la frecuentación fueron: edad menor del niño, morbilidad infantil y frecuentación materna de las consultas médicas, p<0,001 para cada una de las variables. Estas variables explicaron un 40,8% de variancia de la utilización de las consultas pediátricas.
Conclusiones. La utilización materna ejerce una influencia independiente en el uso de los servicios pediátricos. Actuaciones educativas dirigidas a la madre podrían mejorar este comportamiento. La edad es un factor facilitador de frecuentación a las consultas infantiles. Las condiciones de salud son un potente predictor de frecuentación; estos niños requieren más cuidados para atender sus necesidades. Estrategias educativas que mejoren el nivel de cuidados maternos al niño en situación de enfermedad podrían disminuir las atenciones que se ofrecen en pediatría.