Dormir es necesario para los pacientes ingresados en una unidad de cuidados intensivos. Entre mayo y septiembre de 1998, se realizó un estudio observacional transversal con 47 pacientes conscientes y orientados ingresados en la UCI del Hospital General Universitario de Alicante. En su tercer y cuarto día de estancia, se les preguntó sobre cómo habían dormido la noche anterior y qué factores alteraron su sueño. De la gráfica de enfermería se obtuvieron datos de técnicas realizadas al paciente entre las 24 y las 7 h, fármacos administrados y medidas invasivas que portaba el mismo. Veintiocho pacientes (60%) durmieron mal en su segunda noche de estancia en la UCI y 16 (50%) en su tercera noche. Las causas que impidieron dormir a los pacientes en su segunda noche fueron ruido, incomodidad en la cama, tos y la necesidad de orinar. En su tercera noche fueron dolor, tos, preocupación por la enfermedad y preocupación por la familia.