Debido a la numerosa información biosanitaria existente en Internet, se han propuesto una serie de normas o principios éticos consensuados que gobiernen la calidad de la misma dentro de la Red. Para las publicaciones tradicionales en papel existe este filtro representado por el comité editorial que regula los contenidos que, posteriormente, se plasman en las revistas científicas. Así, basándose en unos criterios de selección de artículos, se produce un cribado de la calidad de la información. El prestigio de una publicación se mide, en parte, por la gravedad de los requisitos exigidos a los manuscritos originales presentados para su posterior publicación