J. Domínguez Velázquez
El nuevo modelo de atención primaria (AP) del Sistema Público de Salud arrancó en la década de los ochenta con un colectivo de profesionales sanitarios bien formados, cargados de ilusión, motivación y ganas de trabajar y de hacerlo bien. El modelo era bien sencillo: un trabajo en régimen de dedicación exclusiva en el que no sólo había actividades puramente asistenciales, sino también preventivas y de promoción de la salud. Todo ello sin dejar de lado otras facetas importantes del trabajo médico, como la docencia y la investigación. Echaban a andar los nuevos y flamantes centros de salud.