María del Carmen Olmedo Lucerón
La vinculación entre las desigualdades socioeconómicas y sus consecuencias en el estado de salud es tan evidente que ha constituido uno de los principales orígenes de la salud pública moderna. De todos los factores socioeconómicos que contribuyen al estado de salud del individuo, el principal factor negativo es la pobreza; es causa de enfermedad, y la propia enfermedad causa mayor pobreza, por lo tanto, mejorar la salud de una población equivale a mejorar su situación social y económica. Por otro lado, los patrones de desigualdad no se reproducen sólo a nivel global, entre países desarrollados y en desarrollo, sino también entre países con niveles socioeconómicos similares, y en los distintos grupos sociales de cada país, región o ciudad. Por tanto, las políticas sanitarias se deberían enfocar a disminuir estas diferencias y lograr una mayor equidad en salud.