Fernando Rodríguez Artalejo, José Ramón Banegas Banegas, Lucía Díez Gañán, Pilar Guallar Castillón, Luis Fernández Pacheco, Juan del Rey Calero
Fundamento: El consumo ocasional de tabaco suele ser un estado de transición hacia otros patrones de consumo más intenso o frecuente. Este trabajo describe las características sociodemográficas, los hábitos de vida relacionados con la salud, y la historia de consumo de tabaco de los fumadores ocasionales en España, y examina si éstos presentan diferencias con los que consumen tabaco a diario. Métodos: Los datos se tomaron de la Encuesta Nacional de Salud de España realizada en 1993 mediante entrevista en los domicilios a una muestra representativa de la población española no institucionalizada de 16 y más años. Los análisis se realizaron mediante regresión logística múltiple ajustando por variables sociodemográficas, de estado de salud y hábitos de vida. Resultados: De los 6.668 fumadores de la encuesta, los fumadores ocasionales representaron el 9,2%, mientras que los fumadores diarios de £5 cigarrillos y de >5 cigarrillos fueron respectivamente el 9,9% y el 80,9%. En comparación con los fumadores diarios de >5 cigarrillos, los fumadores ocasionales fueron con más frecuencia mujeres (odds ratio [0R]): 2,12; IC95%:1,72-2,61), más jóvenes (OR de edad 25-44 frente a 16-24 años: 0,75; 0,58-0,96), tuvieron menor consumo de alcohol (p de tendencia lineal: 0,0349) e hicieron más actividad en tiempo libre (p tendencia lineal: <0,0001). Los fumadores ocasionales consumían menos cigarrillos el día que lo hacían que los fumadores diarios (p<0,0001). Los fumadores ocasionales eran más frecuentes entre los fumadores jóvenes (menos de 20 años) con duraciones relativamente breves de consumo de tabaco (menos de 3 años), y entre los de más edad (65 y más años) que habían fumado durante más tiempo (más de 50 años). Los fumadores diarios de £5 cigarrillos presentaron características intermedias entre los ocasionales y los diarios de > 5 cigarrillos. Conclusiones. Los fumadores ocasionales tienen características sociodemográficas, hábitos de vida e historia de consumo de tabaco diferentes a los que consumen tabaco diariamente. Estas diferencias sugieren que deben realizarse programas de investigación e intervención dirigidos de forma específica a los fumadores ocasionales.