En este artículo se presenta el caso clínico de un paciente de 78 años, diabético e hipertenso, al que llamaremos José, para preservar su intimidad, que sufrió un accidente cerebro-vascular agudo (ACVA) y, que previo a sufrir el cuadro, era el que realizaba las funciones de cuidador principal de su esposa, a la que llamaremos Manuela, de 75 años.
En el paciente se han encontrado los siguientes problemas: riesgo de caídas, relacionado con la enfermedad aguda y el deterioro sensorio-perceptivo relacionados con el cambio en el estado de salud y el cambio de rol, aparecen los diagnósticos de deterioro de la adaptación y baja autoestima situacional.
También se ha detectado un diagnóstico de colaboración: hemiplejia derecha.
Asimismo, en su esposa, encontramos otros diagnósticos:
.- Negación ineficaz y afrontamiento familiar comprometido relacionado con el cambio de roles son los principales problemas detectados y aparece también un problema de colaboración que es la enfermedad osteoarticular con el consiguiente deterioro de la movilidad física.
El caso resulta complejo por las respuestas que observamos tanto en el paciente como en su esposa, ya que ambos constituyen una unidad objeto de cuidados difícil de separar en la práctica, por lo que la atención del caso requiere de un equipo bien coordinado y multidisciplinar para poder dar solución a los diagnósticos encontrados.