Andrzej Pilat Kowalski
Desde los tiempos antiguos existen variadas controversias acerca del funcionamiento y el papel de las articulaciones sacroilíacas en la biomecánica de la columna lumbar. Partiendo de las investigaciones de Hipócrates, quien opinaba que existía probablemente algún movimiento durante el embarazo y el parto, pero en sí no había movilidad sacroilíaca, observamos que las opiniones cambiaban de año en año y de investigador a investigador, siendo frecuentemente contradictorias. Hoy día ya no se duda sobre la existencia del movimiento en este par de articulaciones, pero las recientes investigaciones, empujadas principalmente por el gran desarrollo de la medicina ortopédica y la Fisioterapia manual y manipulativa, han permitido redescubrir la anatomía y la biomecánica de estas articulaciones. Del antiguo modelo que indicaba solamente los movimientos de nutación y contranutación y del papel estabilizador de los ligamentos y del dinámico de los músculos nos inclinamos últimamente hacia un modelo dinámico de una acción integral del sistema ligamentoso, muscular y miofascial. La patología de las articulaciones sacroilíacas no puede ser tratada de una manera aislada porque ellas están unidas mecánicamente a la articulación lumbosacra y por ello al resto de la columna lumbar como también influyen en el funcionamiento de las articulaciones coxofemorales y toda la actividad de los miembros inferiores, principalmente sobre la marcha. Las opiniones sobre la evaluación y las técnicas de tratamiento son igualmente controversiales. No existe un criterio unificado. Algunos clínicos opinan que un alto porcentaje de las lumbalgias se debe a la patología de las articulaciones sacroilíacas y aplican una evaluación funcional buscando la simetría de los movimientos de la zona lumbopelviana. Otros opinan que una evaluación exacta es difícil, como también lo es decidir si el dolor presente proviene realmente de las articulaciones sacroilíacas o es un dolor referido de otras estructuras. Las técnicas de tratamiento más aplicadas son las de movilizaciones y de manipulaciones y los ejercicios dirigidos a mejorar el funcionamiento del sostén dinámico de las articulaciones.
Since ancient times the function and role of the sacroiliac joints in the biomechanics of the lower back has been debated. Hippocrates thought that some movement occurred during pregnancy and childbirth, but not sacroiliac movement per se. Opinions come and go, varying from one researcher to another, and often are contradictory. Today there no longer is any doubt that these joints have movement. As a result of advances in orthopedic medicine and in manual and manipulative therapy, the anatomy and biomechanics of these joints have been clarified. Whereas the ancient model indicated only mutation and countermutation movements and separated the stabilizing function of the ligaments from the action of the muscular system, we now tend toward a dynamic model with the integrated function of the muscular, ligamentous and myofascial systems. However, the pathology of the sacroiliac joints cannot be treated separately because these joints are mechanically linked to the sacrolumbar joint and, consequently, to the rest of the spine. The sacroiliac joints also affect the hip joints and lower limb function, particularly during walking. Opinions on evaluation and treatment techniques are controversial and no common criteria exist. Some physicians claim that many cases of lower back pain are caused by sacroiliac joint disorders and use functional assessment to evaluate the symmetry of lower back movements. Other physicians believe that precise assessment is difficult, and that it is hard to determine if pain originates in the sacroiliac joint or is referred. The most commonly used treatments are designed to improve the function of the dynamic support system of the sacroiliac joints and are manipulation, mobilizatoin and exercise.