La alergia-intolerancia a la proteína de la leche de vaca (APLV-IPLV) es la alergia alimentaria más frecuente en la primera infancia en nuestro medio, relacionada con factores ambientales y genéticos. Suele aparecer en los primeros meses de vida, tras la introducción de la PLV y se manifiesta con síntomas dependientes del mecanismo involucrado (inmunológico o no). El diagnóstico se realiza a través de la historia y se completa con pruebas de laboratorio. El tratamiento consiste en la exclusión de la PLV de la dieta. Las fórmulas derivadas de la leche de vaca se sustituyen por una fórmula hidrolizada o de soja. El pronóstico es bueno: los pacientes responden a la dieta de exclusión y en la mayoría de ellos se logra la tolerancia a la PLV. El rol de la enfermera resulta fundamental en la educación a los padres y, posteriormente, del propio niño, para lograr una dieta completamente exenta de proteínas de leche de vaca (PLV).