Bibiana Escuredo Rodríguez
Actualmente el sistema sanitario y social de nuestro país está poniendo un gran énfasis en la atención y el cuidado de los ancianos dependientes. Esta realidad, básicamente, implica una atención de tipo curativo que no se corresponde con los principios de la filosofía de la reforma de la atención primaria, que sostiene que las funciones más desarrolladas y el centro de las actividades deben ser la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades y sus complicaciones. Por otro lado, una vez se ha instaurado la dependencia, ya poco se puede hacer para mejorarla. En consecuencia cabría preguntarse si no sería más provechoso centrar los esfuerzos de la atención y los cuidados a mantener y potenciar la independencia a lo largo de la vida de las personas.