Luis Ángel Oteo Ochoa
Es un criterio bien aceptado en las ciencias de la empresa que las acciones orientadas a fortalecer la integración de procesos de valor estratégico y de competencias centrales contribuyen a sostener en el tiempo las ventajas competitivas, y por el contrario, se socavan los cimientos organizativos cuando las decisiones vulneran este principio. De hecho, es constatable que la posición distintiva y de vanguardia del sector sanitario público se ha basado históricamente en este fundamento que ha contribuido esencialmente a consolidar sus redes de servicios integrados en la cadena de valor asistencial. Este trabajo reflexiona sobre las posibles consecuencias que determinadas iniciativas de política sanitaria tendentes a la externalización y/o privatización de centros sanitarios, servicios y procesos nucleares, así como conocimientos operacionales especializados, pudieran tener sobre los microsistemas clínicos, las competencias esenciales de la organización, los modelos de experiencia y aprendizaje en comunidades de prácticas profesionales, el acervo cultural y ético de servicio público, así como en el capital intelectual y social de la organización. Frente a la ortodoxia burocrática y a las estrategias políticas de desintegración de las redes de servicios sanitarios públicos, se plantea potenciar una tercera vía reformista, afortunadamente ya iniciada en algunas Comunidades Autónomas, que apuesta por el diseño organizativo horizontal e integrado, la gestión por competencias esenciales y procesos estratégicos, la flexibilización de las políticas de personal orientadas a la evaluación de resultados, la gestión de recursos sustentada en evidencias, la cooperación competitiva y el buen gobierno institucional y social.