Para el buen desarrollo de nuestras funciones como enfermeros se necesita una formación complementaria y especializada por lo que nos propusimos elaborar un plan de formación que cubriera tal necesidad.
Durante tres meses impartimos un curso para enfermeros que se incorporarían a las sustituciones por vacaciones en nuestra unidad. Tras la finalización del programa formativo, se realizó una evaluación del mismo por parte del alumnado y el profesorado, y se realizó un estudio comparativo de la evaluación de ambas partes. También se extrajeron datos de los cuestionarios de calidad asistencial que se realizan periódicamente a los pacientes.
Como conclusiones más destacables cabe citar:
1) El programa formativo ha servido para que el alumnado adquiera conocimientos y actitudes necesarios para el desarrollo de su labor una unidad de hemodiálisis 2) Dicho desarrollo favorece el contar con personal cualificado para sustituciones, con escasa o nula afectación de la calidad asistencial.
3) Se ha favorecido la motivación en la plantilla de Enfermería de nuestro centro, basada en el desarrollo de la faceta docente y el reciclaje en los conocimientos básicos de Enfermería Nefrológica.
4) Quince semanas parece ser un tiempo escaso para el desarrollo de todas las cualidades y actitudes, principalmente en la adquisición de conocimientos en el programa teórico.
5) Los pacientes denotan en nuestra labor y así lo reflejan en su evaluación del personal, la mejor cualificación de la plantilla.