Las inmunoterapias en forma de vacunas (inmunización activa) o anticuerpos monoclonales (inmunización pasiva) son propuestas seguras y prometedoras para el tratamiento de ciertos trastornos relacionados con el consumo de sustancias. El mecanismo de acción de la terapia del anticuerpo se realiza por medio de la prevención de la rápida entrada de drogas de abuso en el sistema nervioso central. En teoría, las inmunoterapias pueden tener varias aplicaciones clínicas. Los anticuerpos monoclonales sirven para tratar las sobredosis de drogas y para prevenir los efectos neurotóxicos de las drogas al bloquear el acceso de las drogas al cerebro. Las vacunas ayudan a prevenir el desarrollo de la adicción, a iniciar la abstinencia de drogas en los adictos o a evitar la recaída en el consumo de drogas al reducir los efectos farmacológicos y las propiedades gratificantes de las drogas de abuso en el cerebro. Se ha investigado la inmunización pasiva con anticuerpos monoclonales en la cocaína, la metanfetamina, la nicotina y la penciclidina (PCP). Igualmente, se ha estudiado la inmunización activa con vacunas en la cocaína, la heroína, la metanfetamina y la nicotina. Estas inmunoterapias son prometedoras herramientas terapéuticas y se encuentran en diferentes niveles de desarrollo, a la espera de que las agencias reguladoras las aprueben para el tratamiento de trastornos por consumo de sustancias. El objetivo de este artículo es revisar las propuestas de inmunoterapia existentes, poniendo especial énfasis en los riesgos y beneficios que tienen para el tratamiento de estos trastornos.