M. Carmen Olivé Ferrer
Esta noche desperté, no sé por qué, cuando me vino a la mente un reloj en la pared, creo que era el que estaba en Asturias, en la casa de mi cuñada, cuando le ayudamos a vaciarla para llenar el nuevo hogar de su hijo. El reloj, sus agujas, caminan y caminan de forma circular y yo me pregunto: ¿hacia dónde van? ¿dónde se dirigen? ¿Es él, el reloj, el que controla el tiempo o más bien son ellas, las agujas, las que caminan, se pierden y orientan el ritmo del tiempo?