La sociedad moderna dispone de más alimentos de los que le es posible consumir y, como consecuencia, se observa un predominio de problemas de salud derivados de la sobrealimentación. Esto induce a pensar en la necesidad e importancia de educar a la población con campañas institucionales dirigidas a la población sana y a la que presenta problemas de salud. En este sentido, la enfermera participa en ámbitos referidos a la promoción de la salud (promoviendo hábitos alimentarios saludables encaminados a instaurar pautas de conducta que ayuden al individuo a mantener su salud), la prevención de la enfermedad (corrigiendo hábitos nocivos que puedan incidir negativamente en la salud) y la recuperación de la salud (asegurando que el enfermo hospitalizado reciba los cuidados necesarios y, una vez en su domicilio, adopte las modificaciones dietéticas derivadas de su problema de salud). De este modo, los profesionales enfermeros cuidan a las personas a fin de satisfacer una necesidad fisiológica básica que se puede ver alterada tanto en la salud como en la enfermedad.