Fundamento: El fenómeno conocido como consumo concentrado de alcohol y otras drogas se produce de manera frecuente entre los jóvenes en las áreas recreativas nocturnas. El presente estudio analiza las conductas de riesgo y la siniestralidad asociada al alcohol y otras drogas en una muestra de jóvenes que participan de la vida recreativa nocturna.
Método: Participaron 440 jóvenes de 3 comunidades autónomas.
El tamaño de la muestra fue estimado mediante Respondent Driven Sampling. Los análisis estadísticos exploraron frecuencias y medidas de asociación de conductas de riesgo en conducción en relación con la siniestralidad, número de estados de embriaguez, frecuencia de accidentes en el último mes, influencia de sexo y edad, así como la potencia predictiva de dichas variables respecto a la siniestralidad.
Resultados: Un 50,2% de los jóvenes ha subido con un conductor ebrio y/o drogado, un 23,2% ha conducido embriagado y un 23,5% bajos los efectos de otras drogas. A mayor implicación en la noche, mayor frecuencia de embriaguez [chi2 (9)=112,24; p<,000]; a mayor número de borracheras, mayor frecuencia en las conductas:
subirse con otros conductores ebrios o drogados [chi2 = 36.442, (3) p<0.001], conducir ebrio [chi 2 =23,748, (3) p<0,001] y conducir drogado [chi 2 = 23,816 (3) p<0,001]. El análisis de regresión destacó conducir ebrio (odds-ratio=5,4) como conducta de riesgo más asociada a los accidentes de tráfico.
Conclusiones: Las conductas de riesgo durante la conducción de vehículos muestran una elevada incidencia. Embriaguez, uso de drogas e implicación en la noche aumentan la frecuencia de dichas conductas. Conducir ebrio fue el mejor predictor de los accidentes.