María Eugenia Prieto-Flores Flores, Gloria Fernández Mayoralas, Fermina Rojo Pérez, Raúl Lardiés Bosque, Vicente Rodríguez Rodríguez, Karim Ahmed Mohamed, Manuel Rojo Abuín
Fundamento: El estudio del estado emocional y los recursos personales para afrontar la vida ha manifestado un interés creciente en el campo de la Calidad de Vida (CdV), dando lugar a investigaciones que evidencian su contribución en la satisfacción con la vida, y su interrelación con dimensiones como la salud, de gran relevancia en la vejez. El objetivo de este trabajo es relacionar el bienestar emocional (en términos de sentimientos y recursos de afrontamiento) con factores sociodemográficos y de salud.
Métodos: Se utilizó una encuesta sobre CdV de población mayor residente en vivienda familiar de la Comunidad de Madrid (CadeVi- Ma-2005). Se aplicaron técnicas de análisis multivariante para crear un indicador de bienestar emocional que integró tanto sentimientos positivos y negativos como recursos personales para afrontar la vida.
Se realizó un modelo de regresión logística para estimar la probabilidad de tener un bienestar emocional positivo sobre la base de características sociodemográficas y de salud.
Resultados: Las personas sin problemas de ansiedad o depresión, mostraron cerca de tres veces más probabilidades de valorar positivamente su bienestar emocional que quienes padecían esos problemas.
Los mayores que experimentaron una mejora en su salud en relación con los últimos 12 meses indicaron una probabilidad superior a cinco veces de tener un alto bienestar emocional que aquellos que sufrieron un empeoramiento en su salud. Quienes valoraron su salud como muy buena, reflejaron una probabilidad 26 veces mayor de tener un alto bienestar emocional que quienes percibieron su salud negativamente.
La clases sociales media y superiores, mostraron mayores probabilidades de experimentar un bienestar emocional positivo, tres veces por encima de quienes pertenecían a una clase social baja.
Conclusiones: La salud constituye un factor de gran influencia sobre el bienestar emocional, con un papel esencial de la experiencia subjetiva de la salud en su explicación, contribuyendo también la clase social, como indicador del nivel educativo y de la situación socioeconómica.