Maria Antònia Martorell Poveda
Cuestiones como la condición de persona o la identidad han formado y forman parte del debate filosófico entorno a la existencia humana. En términos filosóficos, una persona individual "es un ser con un cuerpo, conciencia, continuidad, compromiso y responsabilidad." Sin embargo, ¿qué sucede con el cuerpo del sujeto cuando su conciencia se ve truncada por la presencia de una enfermedad como el Alzheimer? Desde diferentes colectivos se han construido y divulgado una serie de respresentaciones culturales entorno a este padecimiento incorporadas y normalizadas en la experiencia del Alzheimer hasta el punto de colaborar en la construcción de la persona con Alzheimer como alguien "sin vida".
Tomando como referente teórico el interaccionismo simbólico y recuperando las narrativas de cuidadoras familiares de personas con Alzheimer, se pretende ilustrar y analizar cómo a pesar de una construcción dominante entorno a una supuesta "pérdida del ser" del sujeto con Alzheimer, en ocasiones, sus cuidadoras favorecen, a través de sus discursos y prácticas, la emergencia de la identidad de la persona y un reconocimiento de la misma a través de su corporeidad, condición necesaria para su identificación social.
Como conclusión, desde los profesionales, resulta preciso (re-)construir y difundir una imagen del Alzheimer centrada en la persona que permita su (re-)conocimiento e identificación cotidiana otorgándole una ubicación particular en la sociedad.