Fundamento y objetivo: Los alcohólicos y drogadictos presentan una elevada comorbilidad psiquiátrica, que aumenta con el número de sustancias, causa complicaciones en el tratamiento y empeora el pronóstico. El objetivo de este trabajo ha sido estudiar las diferencias en los trastornos de personalidad (TP) y el deterioro neuropsicológico entre los pacientes sólo alcohólicos y los que además presentan dependencia a los tranquilizantes. Pacientes y método: Se ha realizado un estudio transversal, en una cohorte de 401 pacientes alcohólicos ingresados para desintoxicación, en el que se ha comparado a los que abusaban de las benzodiacepinas (BZD+) y a los que no las consumían (BZD). Resultados: El 28,1% (n = 113) presentó abuso o dependencia de tranquilizantes. Los pacientes BZD+ tenían más TP (25,7%) y entre ellos era mayor la proporción de mujeres (50,4%) que en los BZD (el 15,6 y el 20,1%, respectivamente). Los pacientes BZD+ tenían una edad similar media (desviación estándar) de 48,2 (10) frente a 47,4 (10) años y una frecuencia menor pero no significativa de deterioro neuropsicológico (el 19 frente al 26%); esta diferencia fue mucho más acusada en el caso de las mujeres (un 8,8 frente a un 36,2%) que en los varones (un 30,4 frente a un 23%). Conclusiones: El consumo de benzodiacepinas predomina en las mujeres y entre los pacientes con TP. En las mujeres tiende a ser anterior al abuso del alcohol y relacionado con un TP, y disminuye tanto el consumo alcohólico como la frecuencia de deterioro neuropsicológico. Este deterioro es más frecuente en los varones debido a su mayor consumo de alcohol, ya que las benzodiacepinas se toman con posterioridad, una vez iniciado el deterioro, para disminuir los síntomas de abstinencia. Se discuten los peligros y posibles ventajas de las benzodiacepinas.