Ignacio Casado Naranjo, José María Ramírez Moreno
El progresivo envejecimiento de la población está determinando que el espectro de las manifestaciones clínicas del deterioro cognitivo alcance proporciones epidémicas. En la actualidad no se dispone de tratamientos que puedan modificar la historia natural de las diferentes nosologías que determinan una pérdida progresiva de las funciones cognitivas. En los últimos años diversos factores de riesgo vascular se están estableciendo como factores de riesgo de deterioro cognitivo. La hipertensión arterial, por su prevalencia, posibilidad de tratamiento y control, emerge como un factor de riesgo potencialmente modificable de deterioro de la función cognitiva. La presente revisión actualiza los conocimientos del impacto que la hipertensión arterial tiene en la función cognitiva analizando sus consecuencias fisiopatológicas sobre el tejido y los vasos cerebrales, así como las implicaciones de éstas sobre la función cognitiva.