Las dificultades derivadas de la gran complejidad del genoma humano, debido a la gran cantidad de genes que lo constituyen, y las dificultades a la hora de realizar un correcto diagnóstico molecular han requerido la utilización de tecnologías avanzadas, como las matrices de ADN. Por medio de esta tecnología es posible analizar en un solo experimento grandes secuencias de regiones genómicas, detectar mutaciones o polimorfismos característicos de cada individuo, así como analizar variaciones de expresión de genes implicados en diferentes enfermedades o en la utilización de fármacos. Del mismo modo, la información derivada de las matrices de ADN permite un gran avance en la medicina personalizada aplicada a cada paciente, pues se evitan los efectos adversos no deseados y se obtiene el mejor rendimiento para cada fármaco utilizado.