Agustín Urrutia de Diego
La fibrilación auricular (FA) es un proceso prevalente en el anciano (el 5% en sujetos ¿ 65 años y aproximadamente el 10% en ¿ 80 años), asociado a accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y deterioro en la calidad de vida. Los síntomas asociados a la FA incluyen palpitaciones, debilidad, mareo, disminución de la capacidad de ejercicio y disnea. Se asocia a diversas enfermedades, principalmente hipertensión arterial en pacientes ambulatorios y cardiopatía isquémica e insuficiencia cardíaca en pacientes hospitalizados. Disponemos de dos estrategias terapéuticas para tratar la arritmia: el control del ritmo y el control de la frecuencia. En muchos de los pacientes ancianos con FA, la estrategia de control de la frecuencia es una buena opción, especialmente cuando hay insuficiencia cardíaca, contraindicaciones para los antiarrítmicos o cuando no se considera indicada la cardioversión. La anticoagulación es la principal medida para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Si se considera que el paciente no debe ser anticoagulado, la antiagregación puede ser una alternativa, pero el beneficio es claramente inferior a la anticoagulación.