La educación sanitaria y la promoción de la salud, se ha demostrado efectiva a través de la intervención de una enfermera para favorecer la adopción de conductas saludables que disminuyen las crisis agudas y faciliten el manejo del ASMA. Tanto el enfermo como la familia suelen tener una falta de conocimientos sobre el manejo terapéutico de su enfermedad que les dificulta adaptarse a las nuevas situaciones que se les van planteando, la enfermera desde la atención primaria ha de tener presente este problema de salud que requiere seguimiento.