Las fracturas de la tuberosidad tibial anterior son relativamente infrecuentes y ocurren principalmente en chicos atletas de 14 a 17 años. La mayoría de las fracturas se producen en el salto en actividades deportivas. Se presentan dos casos de fracturas de la tuberosidad tibial anterior. Las fracturas corresponden a los tipos IIIA y IIIB de Ogden. En ambos casos el tratamiento fue reducción abierta y fijación interna con tornillos canulados. El mecanismo lesional en el primer caso es más común que el segundo. El primer caso sucede tras la recepción del salto durante un partido de baloncesto. El segundo caso sucede jugando a fútbol. El paciente recibe una patada sobre la musculatura cuadricipital. Ambos casos presentan impotencia funcional. Biomecánicamente, el mecanismo lesional del segundo caso aumenta la tensión sobre el aparato extensor. Realizamos una síntesis con tornillos canulados obteniendo unos buenos resultados sin complicaciones.