Hemos realizado un estudio retrospectivo de 42 osteotomías tibiales valguizantes, en 37 pacientes, a los que para movilizar la tibia con respecto al peroné, se les practicó sección de los ligamentos tibioperoneos proximales; valoramos la repercusión a nivel de la articulación tibioperonea proximal, el ligamento colateral externo, el nervio ciático poplíteo externo, la fuerza del bíceps y el estado de la articulación del tobillo. Se evaluó a los pacientes tanto clínica como radiológicamente, con un seguimiento medio de 17 meses. La mayoría de los pacientes presentaron sintomatología mínima tanto a nivel de la rodilla como del tobillo, tras la osteotomía tibial valguizante.