La parada cardiorrespiratoria es una de las situaciones más urgentes a las que se puede enfrentar una enfermera. El conocimiento de la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica es fundamental para la supervivencia de la parada cardiorrespiratoria intra y extrahospitalaria. El inicio precoz de unas maniobras eficaces de RCP y la pronta activación de la cadena de supervivencia son factores pronósticos fundamentales en la supervivencia tras una parada cardiorrespiratoria. En 2005 el European Resuscitation Council publicó unas nuevas recomendaciones en RCP. Los cambios producidos se han centrado en simplificar el protocolo concediéndole una mayor importancia a las compresiones torácicas frente a las insuflaciones boca a boca. Tras la comprobación de la no respiración de la víctima se inician de inmediato las 30 compresiones. Se han eliminado las 2 primeras insuflaciones de rescate y la comprobación del pulso carotídeo. La proporción actual de compresiones-insuflaciones recomendada es de 30:2.