El rendimiento deportivo en baloncesto depende de múltiples factores, de diferente naturaleza: motriz, física, psicológica. Tras muchos años en los que la principal preocupación de los técnicos fue el desarrollo de las destrezas motoras, la producción científica reciente ha demostrado la importancia de los procesos cognitivos en la toma de decisiones, la necesidad de fomentar estrategias orientadas a proporcionar autonomía al jugador o la influencia decisiva de las emociones en la elección adecuada de las respuestas. Bajo este prisma se ha producido un cambio sustancial en el proceso de entrenamiento que contempla los procesos cognitivos asociados a las habilidades perceptivas y tácticas como un factor fundamental vinculado al rendimiento. En el presente artículo se aborda el rol que debe desempeñar el entrenador durante su intervención didáctica, con un especial interés en los procesos de comunicación, como medio para conducir al deportista en la construcción del conocimiento, el descubrimiento de las soluciones a los problemas de juego y, por tanto, el desarrollo de los mecanismos cognitivos necesarios para ello.