Maite Cortés Tomás, Begoña Espejo Tort, José Antonio Giménez Costa
Se presentan algunos de los principales parámetros del patrón de conducta de los jóvenes cuando realizan botellón, intentando superar la visión poco precisa que han generado los estudios de campo. Se han recogido 4083 encuestas de jóvenes entre 14-25 años de la ciudad de Valencia, durante el curso académico 2005/2006 a partir de una muestra aleatoria de centros educativos, acudiendo a las aulas y solicitando la colaboración anónima y voluntaria. Los resultados confirman la reducción progresiva en la edad de inicio en la práctica del botellón, situándose en 13 años para los adolescentes que en estos momentos tienen 14 años. Asimismo niegan que se trate de una práctica mayoritaria entre varones, al realizarla por igual ambos sexos. También se confirma la tendencia europea que muestra una radicalización del consumo: incremento notorio de bebidas de alta graduación independientemente de la edad y del sexo, llegando a tasas de alcoholemia medias de aproximadamente 1,5 gr., con una frecuencia media de 2 veces por semana y durante más de 6 meses al año. Todo esto suele unirse a una falsa percepción sobre los efectos derivados del consumo al sobredimensionar los aspectos positivos. Estos resultados plantean la necesidad de diseñar una prevención selectiva o incluso indicada -para aproximadamente el 20% de casos más extremos-, superando la limitación actual de prevención universal. Tampoco puede obviarse la intervención sobre la permisividad mostrada por los padres fundamentada en aspectos como la edad temprana de inicio en la práctica del botellón o la hora de vuelta a casa tras su realización.