Rocío Fernández Méndez, M. Peñas Maldonado, Carolina Díaz Piedra
Objetivo: describir el bienestar autopercibido que tienen las personas mayores de 65 años cuando viven en sus casas y cuando lo hacen en residencias geriátricas; teniendo en cuenta la edad, el sexo, el nivel de autonomía y movilidad y el acompañamiento/soledad de las mismos.
Material y método: se llevó a cabo un estudio descriptivo transversal sobre 128 ancianos y ancianas (mayores de 65 años) residentes en Granada (64 institucionalizados y 64 que vivían en sus casas). Tras un cribado del deterioro cognitivo, se administraron el Well Being Index y el Índice de Barthel modificado por Granger et al.
Resultados: niveles de bienestar medios e índices de autonomía medio respectivamente: 18,60 (sobre 25) y 91,73 (sobre 100) en hombres institucionalizados; 14,65 y 77,80 en mujeres institucionalizadas, 20,56 y 91,39 en hombres sin Atención Domiciliaria (AD), 20,36 y 94,36 en mujeres sin AD, 19,63 y 70,75 en hombres con AD, 15,39 y 69 en mujeres con AD. Los hombres perciben tener un nivel de bienestar elevado con más frecuencia que las mujeres. Aunque la soledad es frecuente en ellas, lo que más les suele afectar parece ser la edad, el lugar de residencia y el nivel de autonomía. El lugar de vivienda preferido es casi siempre el propio hogar.
Conclusiones: en líneas muy generales, se podría decir que, en los individuos de este estudio, los niveles bajos de bienestar percibido suelen estar directamente relacionados tanto con edades avanzadas como el niveles de autonomía bajo. Los hombres perciben tener un nivel de bienestar elevado con más frecuencia que las mujeres; y que el lugar de vivienda resulta más beneficioso cuando se trata del propio hogar.