Reflexión sobre la necesidad de apuntalar esfuerzos locales y globales en la formación y fortalecimiento de espíritus científicos en Enfermería. Explora tres elementos centrales: uno, alrededor del papel de la educación superior en la formación de investigadoras; dos, acerca del significado de ser investigadora, y tres, el papel que han de desempeñar las instituciones formadoras y empleadoras en este ejercicio pedagógico y de vida al formar y consolidar el ser investigador. En estos elementos se encuentra un reto de transformación para el presente y futuro de la enfermería, y por ello la reflexión se centra en el análisis de tres dimensiones complementarias: el deseo del sujeto, la voluntad política de la institución y el campo del saber en la investigación, presentando sus obstáculos y desafíos y entendiendo que lo que se expresa es un deseo propositivo para abonar el terreno donde han de germinar las semillas que darán frutos científicos, quizá con esperanzas en el pregrado, pero con certezas en niveles de formación avanzada, como maestrías y doctorados.