Uno de los cambios más característicos de la época tecnológica en la que nos encontramos inmersos, es el envejecimiento de la población y la consecuente inversión de la pirámide poblacional. Dicha inversión, acentúa la necesidad de diseñar y extender planes de actuación que promuevan actividades físico-recreativas continuadas con intensidades, cargas y ejercicios específicos totalmente adaptados a las características de esta población. La propuesta que aquí presentamos se basa en la práctica del ciclo indoor, que representa una experiencia fundamental para el desarrollo integral de la persona. Esta práctica puede considerarse una terapia imprescindible para la estimulación y reeducación de las habilidades concretas de esta población, así como para la adquisición de técnicas de comunicación social, a la vez que realizan una actividad lúdica y placentera. Mediante un programa de actividad física de este tipo, se pretende aumentar las posibilidades funcionales, al tiempo que se mejora las psico-afectivas, y con ello la calidad de vida de nuestros mayores.