Manoli Tejero, Mónica Sánchez
Objetivo. La intención de este estudio fue investigar si los cambios posturales alternos, 2 h en posición lateral y 4 h en posición supina, reducían la frecuencia de lesiones en comparación con los cambios posturales cada 4 h en pacientes sobre un colchón de presión reducida.
Método. Se llevó a cabo un estudio controlado en 2 grupos al azar, en 16 centros geriátricos belgas. Pacientes con eritema se asignaron de forma aleatoria a dos grupos: grupo experimental o grupo control. En el grupo experimental (n = 122) los pacientes fueron cambiados de posición alternativamente, 2 h en posición lateral y 4 h en posición supina. En el grupo control (n = 113) los pacientes se movilizaron cada 4 h. El protocolo de sedestación fue idéntico en ambos grupos. Diariamente se observaron las áreas de presión y se clasificaron de acuerdo con los 4 estadios de la European Preassure Ulcer Advisory Panel (EPUAP).
Resultados. En el grupo experimental, el 16,4% de los pacientes desarrolló lesiones por presión (grados 2-4), mientras que en el grupo control fue del 21,2%. La incidencia no fue estadísticamente diferente entre los 2 grupos (p = 0,40). La gravedad (p = 0,65) y localización (p = 0,19) de las lesiones por presión y el tiempo de desarrollo (p = 0,29) fueron semejantes en ambos grupos. Ningún paciente contrajo lesiones en las caderas. Un considerable número de individuos cambiaron por sí mismos de posición lateral a supina entre los intervalos de cambios.
Conclusión. Este estudio proporciona la prueba de que los cambios posturales alternados, 2 h en posición lateral y 4 h en posición supina sobre un colchón reductor de presión, no conduce a menos lesiones por presión comparándolo con los efectuados cada 4 h en las dos posiciones. En consecuencia, no se puede considerar como medida preventiva más eficaz el aumento de la frecuencia en los cambios posturales.