Davide Malmusi, Josep Maria Jansá
Fundamento: el crecimiento de la población extranjera residente en el Estado español requiere disponer de mejor información sobre su nivel de salud. En los sistemas de información e investigación en salud no existe un criterio uniforme para la nomenclatura de las variables de origen. Este estudio plantea un consenso sobre las definiciones de inmigrante y extranjero. Métodos: siguiendo la metodología Delphi se invitó a 66 expertos en inmigración de distintas disciplinas a participar en el estudio, utlizando un cuestionario en dos vueltas con propuestas de definiciones, términos y variables e incluyéndose en la segunda los porcentajes de respuestas y los comentarios de los participantes de la primera. Las propuestas con un acuerdo del 80% se trasladaron al documento final que fue aprobado en una tercera vuelta. Resultados: respondieron 57 personas a la invitación, 44 completaron al menos una ronda y 33 completaron las tres. Entre los elementos consensuados destacan: se nombra inmigrante a la persona que llega a un país donde no ha nacido para fijar su residencia; no se es inmigrante de por vida. Puede considerarse inmigrante a las personas nacidas en otro país llegadas a España desde hace menos de 5-10 años; y personas inmigradas son todas las nacidas en otro país. Cabe además considerar variables socioeconómicas, género, situación administrativa y lugar de procedencia. Los hijos de personas inmigradas nacidos en España no deben considerarse inmigrantes. Conclusiones: Para definir adecuadamente las categorías de población inmigrante e inmigrada los sistemas de información y estudios en salud deben recoger país de nacimiento, año de llegada y nacionalidad