Amador Calafat Far
Si bien el consumo global de alcohol está descendiendo en España, estamos asistiendo desde hace años a un incremento del consumo de alcohol por parte de los jóvenes en forma de borracheras o de consumos de alcohol concentrados en pocas horas para alcanzar un cierto nivel de embriaguez, lo que los anglosajones llaman �binge drinking�. La expresión más típica � aunque no única- de este fenómeno es el botellón, que en realidad no es más que una de las expresiones del consumo de alcohol a lo largo de los espacios recreativos nocturnos del fin de semana. Preocupa que junto con la posición de liderazgo en el consumo de drogas ilegales en Europa, España esté además incorporando tan rápidamente este patrón de consumo de alcohol que no formaba parte de nuestras tradiciones. Sin embargo no parece que para la sociedad española estos asuntos sean una prioridad tal como lo confirman los estudios sociológicos o la forma en que se ha producido la retirada reciente de la ley que iba a regular el consumo de alcohol por los menores. Diversas cuestiones se deben tener en cuenta si queremos que la situación actual revierta: el papel activo de las industrias alcoholera y recreativa, el papel globalmente pasivo de los profesionales del alcohol y las drogas en el debate público, la falta de determinación de las autoridades, el discurso mediático, la dificultad que tiene el mundo adulto en posicionarse sobre estas conductas de riesgo,� No comenzar a actuar ahora, hará que todo sea más difícil más adelante.