El 10 % de las personas padecemos dolor en el talón a lo largo de nuestra vida, entre la etiología de ese dolor nos encontramos con la fascitis plantar.
Las infiltraciones con corticoides están indicadas en el tratamiento del dolor de tipo inflamatorio, no infeccioso, como es el caso de las fascitis plantar. Sin embargo, no existe evidencia científica con respecto a su eficacia y algunos autores llegan incluso a cuestionar la eficacia de cualquier tratamiento aplicado sea o no conservador.
Las infiltraciones con corticoides reducen el dolor y la inflamación de la fascia, cuando la patología se encuentra en fase aguda y durante un periodo no superior a 3 meses.
Las complicaciones más relevantes, por las que debemos cuestionarnos su uso en determinados pacientes son: la atrofia de la almohadilla grasa y la ruptura de las fascia plantar.