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Desde que comenzaran los estudios universitarios en Enfermería en 1977, los docentes se han encargado fehacientemente de impartir los aspectos teóricos que sustentan esta profesión como una disciplina en el campo de las ciencias de la salud.
No obstante, la historia actúa como lastre que se debe descargar y la imagen social de la Enfermería no es la que todos desearíamos. Incluso desde los mismos profesionales, se promueve aún más la confusión al no haber unidad en la denominación entre enfermeros, ATS e incluso practicantes. Hace ya 29 y 54 años respectivamente que desaparecieron estas dos últimas figuras profesionales y todavía se les reconoce, en muchos casos, de esta manera.
En este artículo se trata de hacer una revisión de las perspectivas de Enfermería hacia su rol autónomo destacando la unificación del lenguaje enfermero mediante las taxonomías NANDA-NIC-NOC como necesidad imperiosa para la identidad e identificación enfermeras hacia un modelo humanístico lejano del tradicional modelo biomédico. Igualmente, se resaltala importancia del desarrollo de las especialidades de Enfermería y de la licenciatura.
