J.L. Oroso Da Silva, M. Martínez García, M. Gutiérrez Plata, I. Vila Fernández, Jorge Diz Gómez
El control estricto de las cifras de glucosa en sangre, según estudios recientes, disminuye la morbi-mortalidad en los pacientes de unidades de cuidados críticos, incluidos pacientes postoperados de cirugía cardíaca.
Se realizó un estudio retrospectivo observacional sobre dos muestras de 50 pacientes sometidos a cirugía coronaria programada, excluyendo diabéticos tipo I, la primera con el protocolo estándar (PS), desde octubre a diciembre de 2002 y la segunda con el nuevo protocolo estricto (PE), desde octubre a diciembre de 2003. Se compararon las medias de glucemia, la carga de trabajo de enfermería y las complicaciones directas (hiperglucemia-hipoglucemia) derivadas de su utilización.
El número de glucemias en el PE fue de 11.80±3.3 y de 6.50±2.85 en el PS (p<0.05). La media de glucemia (laboratorio) en el PE fue de 108.20±21.96 y de 135.92±34.22 en el PS (p<0.05). El consumo de insulina fue mayor en el PE que en el PS (0.017 u/kg/h vs 0.006 u/kg/h, p<0.05) y el número de intervenciones en la perfusión fue cinco veces mayor en PE que en PS (p<0.05). Hubo más hiperglucemias en el PS y no hubo diferencias significativas en la incidencia de hipoglucemia.
De los resultados se desprende que hemos mejorado el control de glucemia de nuestros pacientes, que ha habido una mayor carga de trabajo de enfermería y el nivel de complicaciones ha sido escaso.