Sergi López Gandul, Joan Castell Conesa
La disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) es el mejor factor predictivo de mortalidad tardía después de un infarto de miocardio (IAM). La FEVI es un concepto simple, consiste en el porcentaje de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo en cada latido y se consideran como normales valores del 50% o superiores. En la práctica clínica diaria es el valor aceptado como parámetro de la función sistólica del paciente y se presenta como un fiable indicador de la futura evolución del enfermo con cardiopatía isquémica.
En la actualidad, diversas técnicas de diagnóstico por la imagen nos ofrecen la posibilidad de obtener el valor de la FEVI. La más utilizada es la ecocardiografía bidimensional (ECO-2D). La cardiología nuclear dispone desde hace años de herramientas diagnósticas como la ventriculografía isotópica que permiten obtener la FEVI. En la década de los 90 la aparición de la tomogammagrafía cardíaca (SPECT de perfusión miocárdica) supuso un gran avance tecnológico para el diagnóstico precoz de la cardiopatía isquémica. El SPECT miocárdico proporciona información sobre la perfusión del territorio miocárdico de una forma no invasiva. Posteriormente apareció el gated-SPECT (GSPECT).
Los estudios GSPECT se realizan simultáneamente durante la adquisición de los SPECT de perfusión miocárdica y ofrecen información conjunta sobre: perfusión, movimiento, el engrosamiento de las paredes ventriculares, permiten la obtención de parámetros de función global como la FEVI y los volúmenes ventriculares. El GSPET utiliza software basado en la estimación geométrica del volumen de la cavidad ventricular para determinar los principales parámetros hemodinámicos del VI. La utilización de compuestos marcados con 99mTc ha supuesto importantes ventajas desde el punto de vista técnico, logrando incrementar la sensibilidad y la exactitud diagnóstica o pronóstica de estos estudios. Entre los valores de FEVI obtenidos mediante ECO-2D y GSPECT pueden existir diferencias.